Las artistas seleccionadas del llamado internacional de residencias artísticas, Luisa Ordoñez (Colombia) y Ursula Tautz (Brasil), tuvieron la oportunidad de visitar dos de los principales observatorios en el hemisferio sur gracias a una colaboración con ESO (Observatorio Europeo Austral), como lo son Cerro Paranal y ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array), este último actualmente el proyecto astronómico más grande del mundo.
Durante agosto, las creadoras llegaron al Instituto Superior Latinoamericano de Arte (ISLA), para abordar investigaciones ligadas al arte y la astronomía. Cuando ya llevaban un par de semanas trabajando en la ciudad, visitaron Paranal, alojándose en el hotel donde se quedan astrónomos y trabajadores, para así recorrer extensamente sus instalaciones, entre ellos, el Very Large Telescope (VLT) y el Visible and Infrared Survey Telescope for Astronomy (VISTA).
“Paranal es una isla flotante en el desierto, es muy interesante porque es una cúpula enterrada. Fue una visita íntima porque nos volvimos parte de ellos por unos momentos (…) Tiene una forma única de ver el cielo, de observarlo. Miran con láser y las máquinas codifican lo que ven”, comentó Ursula Tautz.
“Durante mi estadía en Paranal creo que lo que más me impactó y fue más evocador para mi trabajo, fue el interior del hotel donde nos quedamos. Fue impresionante ver esa cúpula que está al nivel del suelo, a la que entramos por una rampa que desciende al subterráneo, y lo primero que vi fue un jardín inmenso de plantas tropicales. Para mi investigación fue un delirio porque no me lo esperaba. Encontrarme esto, debajo de la tierra en el desierto más árido del mundo, me hizo tejer muchas relaciones entre este ‘trópico paradisiaco’ y los trópicos que estudio”, indicó Luisa Ordoñez, quien mencionó además que en esa jornada aprendió sobre la tecnología láser que utilizan para crear estrellas artificiales, tomándolas como referencia para neutralizar el efecto de la atmósfera en el espejo de los telescopios.
En la instancia, también pudieron entrevistarse con diversos trabajadores, técnicos y científicos, como Bárbara Núñez, encargada de relaciones regionales de ESO.
“El Desierto de Atacama es un laboratorio natural y Paranal ha servido los últimos 25 años como una infraestructura científica habilitadora para la creación de conocimiento. En ese sentido, abrir las puertas a estas iniciativas es continuar haciendo espacio para el conocimiento artístico. Pese a que no es nuestro objeto de estudio, es interesante observar sus dinámicas y los aprendizajes que genera en un lugar tan único como nuestro observatorio”, comentó Bárbara, quien agregó que recibir personas provenientes del mundo del arte es algo refrescante e iluminador, levantando un contrapunto de las perspectivas a las cuales los astrónomos no están acostumbrados.
Posteriormente, las artistas viajaron hasta San Pedro de Atacama para ingresar al observatorio ALMA, conjunto de antenas que estudian el universo mediante ondas de radio. Para esta visita llegaron hasta el Centro de Apoyo a las Operaciones (OSF), a 2900 metros sobre el nivel del mar, donde Farid Char, coordinador de visitas del lugar, las recibió. Luego las visitantes fueron llevadas al Sitio de Operaciones del Conjunto (AOS), el llano de Chajnantor, que representa la asociación entre Europa, Japón y Norteamérica y que está a más de 5000 metros de altura, albergando a 66 antenas de alta precisión, 54 de 12 metros de diámetro y 12 de 7. Estas estructuras están fabricadas con paneles metálicos y son resistentes a las condiciones climáticas de la zona, capturando radiación proveniente de objetos en el universo para luego focalizarla en un detector que mide dicha radiación.
Durante la visita hubo un temporal de viento, por lo que las residentas tuvieron que atravesar todo el llano de Chajnantor en auto. Aún así tuvieron suerte, ya que AOS cerró totalmente su ingreso por razones climatológicas, a pocos minutos de que las artistas abandonaran el lugar terminando su visita y bajando ya hacia el campamento.
“La experiencia en el observatorio ALMA fue estratégica, se presenta de una forma poderosa entre el ser humano y el cielo. Estás a 5000 metros y usas oxígeno al subir, pareciera que vas a la luna y lo más interesante es que la observación se hace por onda, todas esas antenas juntas hacen una imagen a través de las ondas que reciben, sin importar si es de dia o noche”, afirmó Ursula sobre su recorrido.
Para Luisa lo que más le llamó la atención fue el funcionamiento de los telescopios. “Me sorprendió el hecho de que los radiotelescopios no necesitan la oscuridad para funcionar, eso me dejó muy pensativa porque para mí el cosmos, el firmamento, es una cosa que nosotros asociamos a la noche y que nos da la sensación a pesar de todo lo que sabemos, que las estrellas no están en el cielo durante el día, pero no es así, se captan señales u ondas de las estrellas de algo que siempre está, aunque no sea visiblemente todo el tiempo”, explicó la artista colombiana.
Esta es la primera vez que residentes de Bienal SACO son recibidos en el observatorio ALMA. Gracias a la continua gestión del equipo, fue posible lograr esta conexión para reunir dos áreas normalmente separadas, como lo son el arte y la astronomía, fomentando los procesos de investigación de cada artista.
“Como corporación, estamos muy felices con el trabajo que se ha realizado con ESO. Llevamos dos años consecutivos visitando Paranal con una apertura que se valora y agradece, demostrando que la organización astronómica está a la vanguardia con respecto a la interdisciplinariedad. Esperamos que sigan esta y otras vinculaciones similares, porque aportan mucho al trabajo que realizamos y a los proyectos de los artistas que nos visitan”, enfatizó Carlos Rendón, encargado de vinculación de SACO, quien acompañó a las artistas durante su jornada en Paranal.
A su vez, el profesional señala que una de las misiones fundamentales de la institución es derribar las barreras artificiales que se han formado en torno a temáticas y especialidades de estos campos.
“Creo que es una experiencia maravillosa que los artistas tengan esta chance de conocer a personas experimentadas en distintas áreas, no solamente astrónomos, sino también técnicos, ingenieros, analistas, constructores, gente con muchos años en la institución que les pudieron transmitir su área de expertis a las residentes”, agregó Rendón.
Las residentas Ursula y Luisa ya retornaron a sus hogares donde seguirán recopilando lo aprendido para desarrollarlo en sus futuros proyectos. SACO agradece a ESO y a todo su equipo por la orientación entregada.