Estudiando el impacto de la industria en los ecosistemas del desierto de Atacama

En noviembre recibimos en el Instituto Superior Latinoamericano de Arte, ISLA, a Sonia Rammer, investigadora y artista polaca que llegó hasta Antofagasta para estudiar la industria del litio y su impacto en especies endémicas de la zona, quien además espera realizar performances inspiradas con esta temática en lugares clave de la región. 


En sus primeros días, Sonia ha podido recorrer la ciudad y reunirse junto a Hernán Cáceres, director del Parque Científico Tecnológico y Lithium I+D+i de la Universidad Católica del Norte (UCN); y Gabriela Carrasco, ingeniera de proyectos del centro especializado en litio, con quienes conversó sobre las industrias ubicadas en el Salar de Atacama, los animales que habitan en el lugar y el impacto al ecosistema. 

Para la artista, el marco metodológico de su investigación se basa, en líneas generales, en la reflexión posthumanista y el concepto del tercer paisaje del autor Gilles Clemente, que postula que espacios abandonados o los que se cree que carecen de vida, poseen en realidad amplia biodiversidad. 


“El desierto de Atacama es el lugar más seco del planeta. Además de sus sobrecogedores paisajes y reservas naturales, ha sido durante siglos un área de experimentación humana, que también implica la explotación irreflexiva de sus recursos naturales, con un efecto de retroalimentación en la erosión biológica, social y cultural. El objetivo de mi residencia es recopilar materiales relacionados con la explotación de los recursos naturales y su impacto en las especies nativas”, comentó Sonia.

La académica, además, expresa su gran interés en cómo vive la lagartija de Fabián (Liolaemus fabiani), reptil que habita en la provincia de El Loa y que se encuentra en peligro de extinción. A raíz de este interés, espera realizar una serie de performances inspiradas en este lagarto en salitreras abandonadas del norte de Chile.

“La inserción del ser que he «construido» no solo será una especie dialogante con la lagartija Fabián, sino que también será un intento de poblar el lugar con una «especie» que no debería estar presente allí. De este modo, la actividad se convertirá –simbólicamente– en una manifestación de la actividad humana, asociada, por ejemplo, a interferencias no siempre positivas en las reservas naturales”, explicó Rammer, haciendo hincapié en que este acto performático, a través del cual “habitará” las salitreras abandonadas, visualizará a un ente arrancado de su hábitat original, ilustrando la triste necesidad que tienen muchas especies de emigrar en busca de un nuevo hogar. 

Dentro de los próximos días, la artista viajará hasta San Pedro de Atacama para estudiar en terreno los salares y el entorno de este animal, además de conocer sobre las diferentes capas del desierto. 

La residencia de Sonia Rammer cuenta con el apoyo del Ministerio de Cultura y Patrimonio Nacional de Polonia, el Instituto Adam Mickiewicz, la ciudad de Poznan y la Universidad de Bellas Artes de Poznan. 

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