Artistas: Francisco Medel / Chile Espacio: La Molinera, Antofagasta

Francisco alude a la historia de su familia, entrelazada con el mar y la pesca. Navega en los recuerdos, reencontrándose con sus abuelos. El esqueleto quemado de un bote, atraviesa aquí el galpón de cemento desgastado, acompañado por pequeños barcos de origami, que lo siguen en esta travesía. La obra es abierta, permitiendo al espectador intervenir la composición y el orden. Aunque inmóviles, dan la impresión de seguir adelante, hacia un punto imaginario, que cada visitante define y que a veces se pierde por las olas.
El hilo rojo nos permite dibujar y desdibujar costas, fronteras y bordes, construyendo territorios imaginarios. El artista y arquitecto ocupa los recursos de la repetición y la escala, para generar una sensación de profundidad en la obra, relacionada con la inmensidad del paisaje marítimo.
Varios de los pequeños y frágiles botes no lograrán llegar al fin de la exposición, perdiéndose en el camino o quedando destruidos. Serán reemplazados por otros, que seguirán los mismos propósitos: mantenerse a flote y avanzar. Es posible que el público sume sus propias figuras navegables. Como en el mar, cada día será diferente, dependiendo de las circunstancias. Lo que no variará, es el rumbo del barco principal. El que, como el ancestro en esta historia, marca la dirección para todos los demás.
Dagmara Wyskiel
Francisco Medel / Chile
Artista Visual Arquitecto Urbanista – Habitante del Litoral en el Desierto de Atacama – Chile.
Nacido en Antofagasta, su trabajo comprende desde el cruce entre la pintura, la arquitectura, la ciudad y la memoria territorial. Formado en Arquitectura en la UCN y en Urbanismo en la UNAM y marcado por años de viajes y contemplación por Latinoamérica y Europa, su obra explora el paisaje como un cuerpo emocional, donde el mar, el desierto y la ciudad dialogan desde la afectividad y la resistencia. Su pintura es una cartografía fragmentada de experiencias, memorias y vínculos emocionales. A través del color, la línea y la textura, Medel traduce lo vivido en imágenes que invitan a detener la mirada, a habitar lo esencial y a preservar lo que aún resiste en estos ecosistemas oscuros.


