El residente tiene la oportunidad de experimentar el desierto del norte de Chile y su cultura desde su más reconocido oasis: San Pedro de Atacama. A través de la conexión con las costumbres, rituales e historias, el artista tiene la posibilidad de acercarse al vivir y convivir de las etnias originarias del norte (licanantai, quechuas) y su cosmovisión bajo el cielo estrellado y la inmensidad del desierto. Esta residencia cuenta con el apoyo y asesoramiento de académicos del Museo Arqueológico R.P. Gustavo Le Paige.