Con el paso del tiempo, la simbiosis entre estos espacios fue tejiéndose de forma espontánea, lejos de los grandes centros de circulación de arte, potenciando polos de desarrollo cultural que se han establecido en el tiempo. En algún momento, la necesidad de trabajar en conjunto y de propiciar el crecimiento de cada una de ellas, debía producir un encuentro formal.
En este contexto, muchas veces apareció la idea de organizarse para poder generar una oferta global y un impacto superior al que podría alcanzar cada organización por separado.
Es así que nace este proyecto que reúne espacios de residencia y las instituciones que las ofrecen. ¿La misión? Impulsar una economía creativa, diversa y colaborativa, fortaleciendo el mercado de las residencias artísticas a través de la vinculación y la gestión compartida.
Los socios fundadores están instalados de norte a sur, enclavados en medio de la diversa y atractiva geografía de Chile que, por sí misma, impulsa la creación artística. Nos referimos a la Casa Museo Alberto Baeriswyl (CAB) en Puerto Yartou, Tierra del Fuego; el Centro de Investigación y Asistencia Técnica Puerto Williams de la Universidad de Magallanes; el Museo de Arte Moderno (MAM) en Castro, Chiloé; el Festival Internacional de Fotografía de Valparaíso (FIFV); y la Corporación Cultural SACO con ISLA en Antofagasta y una alianza con Residencia de Artistas La Tintorera en San Pedro de Atacama. La organización cuenta con la coordinación de la gestora cultural Danitza Valenzuela.
¿Por qué una Red de Residencias?
Las residencias artísticas hoy en día constituyen el primer y esencial eslabón de la cadena productiva de un porcentaje cada vez mayor de obras de arte.
El artista cada vez busca más inspiración saliendo del encierro de su lugar de confort y rutina, para conectarse con el territorio, los contextos culturales, sociales, climáticos, medioambientales y antropológicos, recabando nuevos estímulos que propicien la investigación y la producción.
Considerando las cualidades y fortalezas geográficas de Chile en lo diverso, la trama no solo se proyecta dentro de las dinámicas de la economía sustentable, sino que además del intercambio cultural y puesta en valor de riquezas culturales y medioambientales.
La iniciativa busca la reactivación económica de sus socios a través de la contratación y realización de residencias con otras entidades estratégicas que propendan a alcanzar a los públicos objetivos, como universidades, galerías, museos, entidades estatales extranjeras de cultura, municipios, festivales, colectivos de artistas y fundaciones, entre otros.
Los integrantes de esta iniciativa tuvieron la primera reunión virtual, en donde asentaron los principales lineamientos de trabajo. Durante noviembre, sus miembros se reunirán nuevamente en el Primer Encuentro de Residencias de Artes Visuales en Chile, actividad que será transmitida virtualmente con acceso a todo público en línea, pero también con cupos para quienes deseen asistir de forma presencial, acorde a la situación sanitaria del momento. En ella, se dará a conocer la importancia, políticas y proyecciones de la red, quiénes son sus socios y cómo trabajarán para potenciar a los protagonistas de este sector artístico y cultural golpeado por las recientes crisis que han afectado al país y el continente.
Red de Residencias de Artes Visuales de Chile es posible gracias a un proyecto de la Corporación Cultural SACO, ejecutado por OBRAZ Ltda., que recibió financiamiento del Fondart Nacional en la categoría de Fomento a la Economía Creativa, línea Mercados internacionales para la reactivación cultural (2021).