Una experiencia emotiva y sensorial, marcada por recuerdos de antiguos viajes y los mensajes que el desierto ofrece a todo aquel que se sumerge en él, fue lo vivido por el artista alemán Johannes Pfeiffer (Alemania), con quien conversamos sobre el proceso de producción de La memoria de las rocas.
¿Cuál fue su inspiración para crear la obra?
Qué complicada pregunta (ríe). Visité el desierto hace 14 años atrás y fue un viaje increíble, de grandes emociones. Cuando volví, comencé a hacer dibujos del desierto desde mi memoria, entonces siempre estuvo presente dentro de mi.
Hace un año desarrollé el proyecto, alrededor de la última residencia de SACO, y estoy muy feliz de que ahora estamos en marcha y podemos realizar la obra en un lugar que para mí – y la obra – es perfecto. El desierto cerca de la Playa Escondida es un lugar que se adapta muy bien a la idea que tenía.
¿Cuál es la importancia de realizar esta intervención en el desierto?
Mi especialidad como artista es trabajar in situ, entonces cada vez que encuentro un sitio nuevo para alguna obra es un desafío. Para mi el desafío de esta obra y su espacio es muy enriquecedor porque se genera un intercambio entre el lugar, su historia y la gente. En este caso, el desierto es aún más fascinante para mí pues hay una dimensión en la vida normal y cotidiana de un europeo como yo, donde el desierto es una realidad completamente extraña, así que esta obra me llena mucho el corazón.
Creo que las intervenciones en el desierto hacen que la obra se vea más delicada y visible con el contraste de lo malogrado del desierto, y permite a un artista planear de casualidad una intervención al captar e interpretar estos sentidos que están en estos sitios y espacios.
¿Cómo fue su experiencia en el desierto ejecutando la obra?
La experiencia de trabajar en el desierto fue emocionante e increíble. Claro que me cansaba mucho por la fuerza que tiene el desierto y enfrentarse a él. El viento es muy fuerte y se siente mucho frío (al estar cerca de la Playa Escondida), lo que sorprende porque para nosotros que vivimos lejos el desierto es sinónimo de calor, más no es así, y pasar una noche en el desierto es duro.
También fue una sorpresa que todo el suelo está cubierto de conchillas, ¿te puedes imaginar una cosa así? Imaginar que el mar estaba sobre muchos metros de altura sobre el suelo, al igual que encontré dos piezas de terracota, cosa que ni mi imaginación es capaz de imaginar. Otra cosa que me sorprende de este lugar son las grandes rocas que hay, las que yo creía que siempre habían estado ahí pero en verdad se desprendieron de una montaña más grande por razones como terremotos, frío o calor. Son rocas que han viajado y son testigos de la historia del mundo, y solo ellas saben donde el mar llegó y estuvo, nosotros no.
¿Qué buscan representar las cicatrices?
A mi me gusta mucho la belleza y la armonía, y creo que estos conceptos son los primeros que se notan en el desierto. No así, creo que mi vida está siempre conectada con la vida de las personas, y en este momento estamos en dificultad por razones como el clima, que al cambiar repentinamente ha secado los suelos y no se puede plantar ni hacer agricultura, aumentando el hambre y la necesidad de agua, los incendios que destruyen hectáreas y zonas inmensas. Las cicatrices son las heridas de los seres humanos, y creo que en toda la belleza de la obra es importante recalcar la conexión con la vida del hombre en general.
¿Cuál es la importancia de visibilizar temáticas medioambientales a través del arte contemporáneo?
Es difícil decirlo porque creo que los artistas tienen y no tienen una responsabilidad con estos temas. Los artistas y sus obras han tenido una importancia fundamental en la vida de las personas porque ayudan a equilibrar la salud mental, la salud psicológica de la sociedad. Ahora, no creo que el artista sea quien debe morir por la sociedad, eso es competencia de los políticos y de todos. Claro que es imposible que el artista no lo sienta o exprese en su obra porque es parte de la sociedad y el mundo, y por lo tanto también es su problema y se influencia de ésto, pero no es su deber ni responsabilidad.
Conoce el proceso de producción en Playa Escondida aquí:
Desde el próximo jueves 30 de septiembre, la exposición podrá ser visitada en la Explanada del Sitio Cero del Puerto de Antofagasta, de lunes a domingo de 11 a 14 horas y de 15 a 20 horas. Para acceder al espacio de exhibición solo será necesario contar con el pase de movilidad, el acceso es liberado.