El frío invernal no fue impedimento para reunir a quince personas en ISLA+, el espacio de exhibiciones del Instituto Latinoamericano de Arte que, desde 2020 y mediante una pantalla que mira hacia la calle, comparte obras de arte con los transeúntes.
Así fue que el jueves 26 de junio, se inauguró la obra Bitácora del fotógrafo radicado en La Serena, Felipe Muñoz. Se trata de una creación producida en el marco de la segunda versión de la residencia ISLA-ISLA, desarrollada por la Corporación SACO y el Museo de Arte Moderno de Chiloé (MAM) de la que Felipe participó en 2020.
Luego de la inauguración y que el artista compartiera con el público los detalles de su obra, los asistentes participaron del conversatorio ¿Es posible virtualizar una residencia artística? en el que a Felipe se unieron como panelistas Jordán Plaza (que también fue seleccionado para la residencia ISLA-ISLA 2020), Priscilla Peralta y David Corvalán (seleccionados de ISLA-ISLA 2019); estos últimos, de forma virtual, para debatir en torno a las posibilidades que abren las nuevas tecnologías de comunicaciones y redes sociales de igualar (o no) la experiencia sensorial directa de una residencia artística.
ISLA+ fue inaugurado en el contexto de SACO9 y a la fecha, ha exhibido en su pantalla las obras La última isla del cielo de André Salva y Delusión de Jordán Plaza. Para la Bienal, está planificada la exhibición del registro Taira del artista nacional Sebastián Riffo, producto de la residencia arte&arqueología realizada en San Pedro de Atacama y sus alrededores en junio.
Bitácora
Por Felipe Muñoz
“entre la presencia y la ausencia sólo hay una diferencia estética”.
A lo largo de nuestra vida vamos entablando y generando nuestras relaciones interpersonales a través de la comunicación y las acciones. Estas acciones se ven mediadas y determinadas por el espacio en donde nos desenvolvemos y transitamos, haciendo de este espacio, y entorno, parte de nuestra historia y de nuestra vida. Pero a medida que el tiempo avanza, estos cambian, nosotros nos vamos transformando y estos lazos formados, se van quedando atrás, como parte de nuestro camino recorrido.
De esta forma, aquellos lazos que prevalecen son aquellos que se construyen en base al amor y la resistencia, tanto física como emocional. Convirtiendo los diferentes espacios en donde transitamos en campos de batalla entre la ausencia y la presencia, entre el dolor y la alegría.
Es así que, dado el contexto que vivimos hoy, estas relaciones, mediadas por nuestro entorno, se ven coartadas y determinadas por el uso de la tecnología, haciendo que entre la presencia y la ausencia solo exista una diferencia estética, ya que, aquellos que logran persistir se hacen presente, pero no de forma física, haciendo de estos espacios abiertos e íntimos uno solo, solitarios, silenciosos, abrazando el olvido.
En razón de todo lo anterior, la obra multimedia Bitácora busca representar, a través de una delgada línea, esa diferencia, hoy difusa, entre el espacio abierto e íntimo donde nos desarrollábamos. Siempre acompañada de la ensordecedora naturaleza. Guiando una historia que se basa en mi historia, en tu historia, en nuestra historia, de cómo hemos lidiado en nuestra intimidad el vivir coartados del afecto físico y de la interacción con el otro, siempre resistiendo.