Tras siete meses de clases virtuales y módulos presenciales intensivos, el 14 de octubre se realizó el cierre del diplomado Microcuradurías, curadurías desde la marginalidad, programa de especialización que transformó al Desierto de Atacama en un punto de encuentro único en Latinoamérica para personas interesadas en formarse como curadores de arte contemporáneo.
A la ceremonia de finalización asistieron 12 de los 18 estudiantes que culminaron de manera exitosa el proceso, instancia que contó con entrega de palabras de Dagmara Wyskiel, directora de la Corporación Cultural SACO; Carolina Olmedo, docente que fue integrante de la comisión pedagógica de revisión de tesis del diplomado; y Mariana García, estudiante mexicana que estuvo a cargo del mensaje de cierre de la jornada.
Días previos a la entrega de diplomas, los participantes provenientes de Arica, Copiapó, Villa Alemana (Chile), Lima (Perú) y Ecatepec de Morelos (México), participaron del módulo final del diplomado, que incluyó las clases magistrales Gestionar desde la carencia, dictada por el productor general de SACO, Christian Núñez y El deseo de volar, a cargo del poeta y artista visual uruguayo Fernando Foglino; además de la presentación de sus tesis y la preparación de la acción performática colectiva que se desarrolló en Chacabuco. Puedes conocer más sobre esta última actividad en el texto “Chacabuco: desde el ser, reconocer lo que siempre hemos mirado”.
Los estudiantes ya habían compartido de manera presencial durante el segundo módulo intensivo realizado en San Francisco de Chiu Chiu durante agosto, donde ejecutaron una intervención efímera con luz guiada por el artista lumínico Julio Escobar (Chile), a partir de los diversos saberes e intercambios que compartieron durante las sesiones y que generaron resonancia tanto individual como colectivamente.
“Ofrecer algunas palabras el día de la entrega de diplomas representó para mí una gran responsabilidad, para poder recordar siempre los retos a los que nos enfrentamos como territorios que cargan con estigmas tan fuertes y problemáticas tan complejas. Fue una oportunidad también para recordar que el arte no puede soportar las responsabilidades ajenas y que las alianzas y la lealtad deben priorizar siempre a las personas con las que compartimos y vivimos el territorio, antes que los gobiernos y las empresas”, señaló la estudiante mexicana, Mariana García.
La primera versión del diplomado Microcuradurías culminó con 18 nuevos curadores latinoamericanos luego de un proceso de co-construcción de aprendizaje junto una treintena de docentes de diversas áreas del conocimiento, destacando la importancia de seguir apostando por la descentralización y deselitización de la práctica curatorial.
Esta iniciativa contó con el financiamiento del Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y las Artes, Fondart Regional Línea Actividades Formativas, y el Fondo de Fomento al Arte en la Educación, FAE, Convocatoria 2022, del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.
