En abril llegaron al Instituto Superior Latinoamericano de Arte, ISLA, Isidora Correa y Pedro Donoso, chilenos profesionales en el campo de artes de visualidad que fueron seleccionados en la línea de residencias Geología – Mineralogía. Enfocados en explorar las diversas virtudes del Desierto de Atacama, durante un mes se han reunido con múltiples expertos con amplia trayectoria en investigación y terreno.
En sus primeros días por Antofagasta, asistieron a un recorrido por la sala de geología del Museo Ruinas de Huanchaca junto al curador Julio Rojas. También se reunieron con la académica y miembro del Centro Regional de Estudios y Educación Ambiental (CREA) de la Universidad de Antofagasta (UA), Ingrid Garcés, para discutir sobre sus proyectos de investigación.
Asimismo, estuvieron junto a Eduardo Campos, director de la Escuela de Geología de la Universidad Católica del Norte (UCN), recorriendo el Museo de Geología Profesor Humberto Fuenzalida V., y compartieron una mañana junto al destacado geólogo Guillermo Chong.
“Ha sido importante el encuentro con todos los científicos, creo que fue una buena primera aproximación sobre las preguntas que tenía respecto a lo que venía a investigar. Fueron conversaciones profundas y muy buenas. Guillermo, por ejemplo, quien nos recibió en su casa y me guió con datos sobre dónde ir a investigar al salar”, comentó Isidora Correa, interesada en la recolección de rastros de impacto antropogénico, cuyo estudio está centrado en el ecosistema del Salar de Atacama y el extractivismo del litio.
La artista viajó durante cuatro días a San Pedro de Atacama para profundizar en los salares y los microorganismos que allí habitan. Su motivación por esta temática surge debido al avance de energías renovables, las que producen un aumento considerable en la extracción mineral.
“Me interesa generar una obra artística que mezcle todas estas capas ecosistémicas y de ahí producir, inspirada en la idea geológica de las zonas metamórficas que son zonas de fricción, obras a través de estratigrafías en conflicto (…). Todas estas muestras las voy a trabajar en microscopio, produciendo imágenes y sonido proveniente del desierto”, expresó la chilena.
Por su parte, el curador Pedro Donoso, apreció tomar contacto con especialistas en materias de geología y mineralogía. “Eso me ha entregado una perspectiva que aún no tenía sobre la noción de ‘tiempo profundo’, que es propio de los grandes procesos del territorio planetario. Eso, junto con las distintas visitas realizadas en la ciudad y alrededores (La Chimba, Baquedano, Coloso y Chuquicamata) le dan a esta residencia un sentido irrepetible”.
Una de sus principales motivaciones para indagar en y sobre el desierto es la crisis climática actual y la progresiva desertificación de Chile. “El desierto es uno de los territorios más intervenidos y abusados dentro del país. Su explotación minera ha sido el sustento de las arcas del Estado aunque, al mismo tiempo, funciona como un registro de respaldo de la evolución del capital extranjero en la economía planetaria. El salitre se repartió por el mundo, anticipando una circulación global y una redistribución material de los minerales. Hoy el cobre y el litio cumplen esa función: llevan los fragmentos de montañas y salares a repartirse por la totalidad del globo a través de tecnologías imprescindibles”, expresó.
Pero esta residencia aún no culmina. Durante la primera semana de mayo realizarán un importante trabajo de campo al visitar las localidades de María Elena, Chacabuco y Quillagua. Por otro lado, desarrollarán la charla Paisajes minerales: Conjeturas sobre la explotación del desierto, el martes 7 de mayo a las 15:30 horas, en la Sala W201 de la Escuela de Geología de la UCN, ubicada en Avenida Angamos 0610, Antofagasta. En esta oportunidad, Pedro e Isidora presentarán avances y conclusiones de sus investigaciones.
La residencia de Isidora Correa cuenta con el apoyo de la Universidade Católica Portuguesa de Portugal. Su proyecto es financiado por el Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y las Artes (FONDART) del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de Chile.
La residencia de Pedro Donoso cuenta con el apoyo de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de Chile.
