Rafi Martin (Francia) y Julika Mayer (Alemania) fueron los artistas seleccionados de la convocatoria Resonancias del año 2020, programa de residencias artísticas organizado por el Goethe-Institut Chile y el Instituto Francés de Chile, quienes durante tres semanas residieron en el Instituto Superior Latinoamericano de Arte (ISLA) en Antofagasta.
En su estadía, se reunieron con el geólogo Guillermo Chong, la meteoróloga Millarca Valenzuela y el director del Centro de Astronomía de la Universidad de Antofagasta, Eduardo Unda-Sanzana, además de realizar diversos viajes al interior de la región en el marco de su proyecto Caídas del cielo: Materia, espacio y territorio en Atacama.
El proceso de investigación culminó en Santiago, en el espacio cultural NAVE, con quienes SACO realizó la co-curaduría de la residencia. El interés interdisciplinar de ambas instituciones, permitió que ésta se desarrollara, abriendo nuevos campos de investigación en las áreas de la danza y las artes escénicas, disciplinas que SACO no explora normalmente, pero que fue posible gracias al diálogo con NAVE.
Caídas del cielo
La motivación de la dupla franco-alemana en investigar la temática, surgió el 2018 gracias a una exposición en torno a los meteoritos organizada por el Museo de Historia Natural de París. “En la última presentación, escuchamos decir a Millarca Vallenzuela, chilena experta en la búsqueda de meteoritos en el desierto de Atacama, que encontrar un meteorito es entrar en resonancia. Esta analogía abre las puertas a un espacio interior, sensible y sensorial, un pasillo con los mundos geológicos”, recuerdan Rafi y Julika.
Su travesía por el desierto de Atacama contó con la compañía del músico Fernando Munizaga (Chile), con quien trabajan desde el año 2019 en obras dedicadas a formas teatrales visuales que surgen de una relación concreta entre el cuerpo, la materia, la luz y el espacio, explorando procesos escénicos en los que las experiencias de campo se encuentran con modos de juego performativos y dan forma a la estética de un mundo interior en diálogo con los procesos científicos y sociales.
El grito de las piedras
Antes de concluir su estadía en Antofagasta, presentaron Todas las piedras gritan, propuesta en la que, a través del teatro de objetos performativo, transportaron a los asistentes al desierto, situándoles en él desde la sonoridad de las rocas que conforman su vasto paisaje y que a través de sus diversas composiciones nos revelan no solo su magnitud, también nos hablan sobre sus fragilidades y particularidades.
En las bambalinas del anfiteatro de Ruinas de Huanchaca, los artistas dialogaron con el público una vez terminada la acción performática, profundizando en las conversaciones que fueron parte de la misma, relatos obtenidos en su recorrido que abordaban desde aspectos geológicos hasta cosmovisión andina, con reflexiones sobre la conexión con el territorio y las aproximaciones a este. “En uno de los relatos nos comentaban que los meteoritos eran las abuelas de las piedras, esa imagen me pareció muy bella”, comentó Julika durante la conversación.
Proceso de apertura y término de la residencia
En el centro cultural NAVE, la dupla realizó una performance donde no solo sintetizaron parte de la investigación, sino que también realizaron una depuración simbólica de lo presentado en Ruinas de Huanchaca, tanto de los elementos utilizados que no pudieron ser trasladados hasta allá, como también de las temáticas abordadas en esta nueva acción performática.
“Las piedras de otros lugares son la presencia del cielo abierto del desierto, un lugar donde la noche vuelve a ser la dueña del espacio, abre pasadizos y nos invita a reconsiderar cómo invitar el poder de los elementos a nuestras vidas”, fueron parte de las reflexiones del dúo.
Todo lo presentado durante su estadía en Chile fue parte de un proceso investigativo abierto, cuyas propuestas son un preludio de una muestra de mayor envergadura programada para el 2023.
