Artista: Zinaida (Ucrania)
Espacio: FITZA
La vida está llena de contradicciones: siempre hay algo detrás de todo lo visible.
En Ucrania, una corona de boda como adorno (accesorio del vestido ceremonial de boda), es un símbolo de iniciación para una chica. En nuestros territorios, sólo en una región -la de Ivano-Frankivsk- existía la rara tradición de tejer una corona hecha de tres a cuarenta plumas de ganso blanco, procedentes de los gansos sacrificados la víspera de la boda. Las plumas se tomaban del cuello y sólo se aceptaban plumas absolutamente blancas con una curvatura y un tamaño determinados. Las flores de la corona se disponían en tres filas: la inferior simbolizaba el mundo material en su aspecto ancestral, la superior la conexión con esferas y fuerzas superiores, y la del medio la manifestación. Todas las flores de la corona nupcial son una especie de conectores entre el mundo material y el divino a través del ritual sacrificial que encarna la sempiterna idea humana de la inseparabilidad de la vida y la muerte.
La corona se teje durante varias semanas o incluso meses. La novia debía dormir llevando esta corona la noche anterior al día de la boda y un día después.
Este ritual forma parte de una tradición muy antigua. ¿Cuál es la razón de su aparición? ¿El anhelo de belleza o la comunicación de algún contenido sagrado? ¿Es humano?
Hoy en día, esta tradición casi ha desaparecido en Ucrania. La artista no tuvo tiempo de explorar más a fondo, porque en 2014 murió Paraska Kushlyak, la última artesana que conocía el secreto de tejer esas coronas del pueblo de Velikyi Klyuchiv, distrito de Kolomyia, región de Ivano-Frankivsk. Sin embargo, aún hoy en día algunas artesanas fabrican estas coronas, pero como un objeto de arte.



