Por Simara Monárdez
La violencia resulta evidente y repulsiva para quien la presencia. Se han izado banderas y se han escrito pancartas, con justa razón, en contra de las violencias más evidentes: el racismo, el patriarcado o la homofobia. Aun así, hay violencias con repercusiones igualmente graves que ignoramos. Violencias no premeditadas, de las que todos somos capaces, violencias accidentales.
F = ma, o, fuerza igual a masa por aceleración, se titula la obra inédita que la artista chilena Paz Escandón presentó en la edición 1.1 de la Bienal de Arte Contemporáneo SACO, cuya temática curatorial se desarrolla en torno al concepto Golpe. En el sentido político, en el marco de los 50 años del Golpe de Estado en Chile, pero también desde lo metafórico y lo literal.
El trabajo que Escandón ha realizado durante su carrera se ha caracterizado por ser un cruce entre la pintura, el dibujo, la fotografía, el trabajo en soportes encontrados –últimamente en su mayoría libros–, y la mezcla de lo análogo y lo digital. Esta vez, la artista toma una pieza de carboncillo y traza en una tela color beige para denunciar la violencia cotidiana, la que pasamos por alto, la que normalizamos, la que en su inauguración definió como “una violencia absurda y evitable”.
Dos autos chocaron en la Sala Mezanina de la Biblioteca Regional, y se fundieron a tal punto que no se puede distinguir donde termina uno y comienza el otro. Es un lienzo rectangular de varios metros de largo y otros tantos de ancho, donde está contenido el fatal accidente, congelado en el tiempo. A los pies del lienzo principal hay otro igual de largo, pero más angosto, donde se lee Fuerza igual masa por aceleración, en manuscrito. La decisión de la artista, de optar por este medio y esta tipografía, es claramente intencional, son recursos para crear un contraste entre la fragilidad de la tela y de la letra con la magnitud del choque.
La postal, obtenida de un sitio web de noticias, resulta familiar para nuestros ojos acostumbrados a ver imágenes similares en medios de comunicación o internet. Podríamos haberlo visto también en vivo y en directo, en la costanera de Antofagasta o en Santiago. Da lo mismo. Y, normalmente, nos da lo mismo. La mayoría de las personas no se detiene a pensar en quién estaba al interior del auto cuando el accidente ocurrió. Es la simpleza de la trágica postal, la que hace posible situarla en cualquier lugar, y así abarcar un público más grande, que realiza el necesario ejercicio de reflexionar sobre su capacidad para ser violento con los demás, no solo en un accidente automovilístico, sino en todo choque en el que “la destrucción siempre será mutua”. En esta propuesta, dialogan la fragilidad del material, la fragilidad de la vida, y la violencia del choque.
El resultado del trabajo de Escandón es una propuesta llamativa y fresca, que destaca tanto por su idea, como por su técnica, dentro de una bienal donde existen numerosas obras e instalaciones de mayor escala. La artista logra que los ojos que recorren la biblioteca dediquen al menos un par de minutos a observar aquellos dos autos que chocaron en el entrepiso de la Biblioteca Regional.