Continuando con su sello sostenible y su compromiso con el medioambiente, SACO sigue con sus acciones de economía circular, esta vez de la mano de obras que formaron parte de la última edición de la Bienal de Arte Contemporáneo Golpe, las que tendrán nuevas funcionalidades en diferentes espacios culturales y educativos de Antofagasta.
Tal es el caso de los trabajos que fueron donados al Parque Ecológico Ecorayen, ubicado en la salida norte de la ciudad, camino a Juan López. El espacio dedicado a la concientización de la educación medioambiental acogió las obras Paradixe, de Cathy Coëz (Bélgica/Valonia-Bruselas), El shock de Daniela Avelar (Brasil), Sin tregua de Milagros Bedoya (Perú) y Formas de divergencia de Anna Krukowska y Tomasz Dobiszewski (Polonia).
Las telas que dieron vida a Bodyland, de la húngara Nikolett Balázs, fueron donadas a Sebastián Rojas, director de los Centros Culturales Casa Azul y Casa Quebrada, donde serán reutilizadas para proyectos creativos.
En el Centro de Residencias ISLA, quedará instalado el mapa de la región de Antofagasta que marcaba los centros de detención y torturas desplegados en la dictadura cívico-militar de Chile, que formó parte de la exposición Última huella, del fotógrafo chileno Claudio Pérez, obteniendo la doble función de dar a conocer ese período histórico y fortalecer la memoria, así como para ayudar a contextualizar sobre el territorio a los residentes que lleguen a ISLA. Este mismo espacio alberga una de las gigantografías que formaron la intervención Punto de contacto del portugués Pedro Vaz, cuya materialidad fue transformada para ser parte de la sombrilla del patio del recinto, demostrando que el arte efímero puede tener una segunda vida.
Las placas de espectrógrafos, elemento astronómico empleado para captar la luz de las estrellas, y que sirvieron para proyectar las luces de la exhibición Un cielo de una sola estrella de Guillermo Anselmo Vezzosi (Argentina), volverán a dar luz en una intervención en el auditorio de un observatorio de la Universidad de Antofagasta. Esta nueva vinculación entre el arte y la ciencia refuerza la idea de desdibujar cada vez más las fronteras entre ambas disciplinas, posibilitando, una vez más, nuevas e interesantes lecturas.
Próximas donaciones
Las figuras del cóndor y el huemul que fueron parte del antimonumento PAŦRIA de Fernando Foglino (Uruguay), mantendrán su carácter de obra de arte al ser donadas a la Escuela Héroes de la Concepción E-81, para pasar a ser parte del jardín del establecimiento. Las figuras del emblema nacional contarán con una placa que contextualzará a la comunidad educativa sobre la procedencia de ambos animales.
A través de este plan de segunda vida para las obras de SACO1.1, la bienal sigue fortaleciendo su objetivo de posicionar acciones que destaquen el impacto positivo de la sostenibilidad, buscando siempre minimizar el impacto medioambiental que producen las exposiciones e intervenciones efímeras de cada edición de la bienal, y a la vez hacer a la comunidad partícipe y beneficiaria de estos procesos.